viernes, 19 de noviembre de 2010

CUENTO 2

Ella era una niña de diez años increíble. Era un genio en cualquier asignatura y siempre llevaba los deberes hechos y si te parabas a conocerla un poco más ella era una niña amable, simpática, que sabe escuchar y te ayuda como mejor puede. La lástima de todo esto es que todas esas virtudes que ella tiene no las puede poner a funcionar porque todos en su clase la daban de lado ya que no era como los demás, o no era como los demás creían que una persona debe ser para acercarse a ella simplemente porque no seguía la moda, porque no vestía como todos, en otras palabras: porque tenía personalidad.
Así pasaron los años. Terminó el colegio, empezó el instituto y cuando estaba en tercero de la ESO una niña de su clase decidió acercarse a ella, conocerla, darla una oportunidad y descubrió en ella a una persona increíble y se arrepintió repetidas veces de no haberse acercado a ella antes. Ella era de las ‘guays’ y no estaba bien visto que hiciera eso hasta el momento en que se dio cuenta de que la estaban utilizando, que no hacía lo que realmente quería por miedo a quedarse sola pero pronto comprendió que quizás la gente que la hacía eso no merecía la pena precisamente por coaccionarla de este modo.
Ser amiga de esta niña supuestamente rara fue lo mejor que pudo hacer.
No se debe juzgar a la gente de forma superficial, primero debemos conocer a las personas y luego ya podremos juzgarlas pero siempre haciéndolo con respeto.


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